Lucas 1:39-45
María visita a Elisabet
39 En aquellos días, levantándose María, fue de prisa a la montaña, a una ciudad de Judá;
40 y entró en casa de Zacarías, y saludó a Elisabet.
41 Y aconteció que cuando oyó Elisabet la salutación de María, la criatura saltó en su vientre; y Elisabet fue llena del Espíritu Santo,
42 y exclamó a gran voz, y dijo: Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre.
43 ¿Por qué se me concede esto a mí, que la madre de mi Señor venga a mí?
44 Porque tan pronto como llegó la voz de tu salutación a mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre.
45 Y bienaventurada la que creyó, porque se cumplirá lo que le fue dicho de parte del Señor.
Estamos atravesando el mes de octubre, mes de las misiones.
En la visitación, la virgen maria realiza su primer peregrinar misionero saliendo de su tierra nazareth, para ir al encuentro de su prima Isabel.
Lleva a Jesús en su seno para darlo a conocer a su prima. De esta manera maria se convierte en la primera misionera llevando a Jesús a los demás.
Ella prefirió no quedarse en su casa,adorando a Jesús recién concebido, sino que se puso en camino.
No la detuvieron los peligros del camino, sino que se lleno de valor, y salio simplemente para servir.
Servía a Dios y serviría a su pariente necesitada, había tocado su alma, el que vino a servir y a no ser servido.
Maria no tiene a cristo para si, para ser su propietaria y poseedora, ella lo tiene para darlo, ella lo ha recibido para entregarlo a los demás.
Maria que tiene a cristo lo entrega, para que ofreciéndolo a los demás, el haga una obra transformadora en el otro desde la alegría, desde la simpleza, desde el servicio, desde la disposición de su corazon para poder ayudar a cambiar la vida de los demás.
Maria entonces es la primera creyente y discípula de cristo, es la primera evangelizadora del reino de Dios..
Ella tiene una misión materna para todos los hombres.
Ella nos enseña a realizar como misioneros lo mismo que ella realizo como madre. Es decir hacer vida la palabra y el amor de Jesús para proclamar a todos un mensaje de esperanza.
El misionero evangelizador es aquel que se dispone a sembrar la semilla de la palabra y lo hace arriesgando todo tipo de resultados, es decir, que se seque y se muera o que prenda; el señor dispone los distintos terrenos a los que ira la semilla.
A veces, el pensar que va a caer en tierra poco profunda o llena de espinas, da la tentación de no sembrar. Esto es natural, pero de ninguna manera aceptable para aquel que tiene la misión de predicar la palabra de Dios,por que el señor nos envía a sembrar, no a cosechar.