QUIENES SOMOS.


somos una comunidad católica al estilo de la renovación carismática....
Durante mas de 10 años hemos llevado un mensaje de fe y de esperanza a muchas personas; llegando donde solo Dios puede llegar… ¡Al corazón! 
De igual modo queremos llegar a muchos lugares, a muchos rincones, a muchas ciudades; a donde quizás no podemos llegar físicamente, con el único deseo de que el evangelio se extienda por doquier, y llevando siempre un mensaje de salvación a tu corazón.

26 de mayo de 2013

seminario de vida en el espiritu ( sexta enseñanza)


El Crecimiento Espiritual

OBJETIVO
Proponer caminos para llevar a plenitud la Vida en el Espíritu

ENSEÑANZA
Desde que nace hasta que muere, todo hombre está invitado a crecer. Físicamente alcanza su
mayor estatura hacia los 18 años, psicológicamente puede alcanzar la madurez algunos años
más tarde, intelectualmente sigue aprendiendo hasta muy avanzada edad, y espiritualmente
puede progresar siempre hasta que llegue el momento definitivo del encuentro con Dios.
El que no alcanza la madurez en cualquier área de su personalidad, permanece en un grado de
subdesarrollo e imperfección.
Si nos concretamos al aspecto espiritual, podemos decir que el crecimiento es un regalo de
Dios, pero que el hombre puede colaborar con la acción divina, imitando a Jesús que crecía en
estatura, sabiduría y gracia delante de Dios y de los hombres (Luc. 2, 52).
Para proponer acciones que pudiesen ayudarnos en nuestro crecimiento interior, podemos
seguir pasos parecidos a los que vivimos en nuestro desarrollo:

1. Alimentarse: necesitamos nutrirnos espiritualmente
• Leyendo la Palabra revelada, pues no sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra
que brota de los labios de Dios (Luc. 4, 4)
• Obedeciendo la ley divina: como Jesús, cuyo alimento era hacer la voluntad de su
Padre (Jn. 4, 34)
• Comulgando el pan eucarístico, pues quien lo come tiene vida eterna (Jn. 6, 35).

2. Orar: necesitamos hablar con nuestro Padre Celestial
• Aprendiendo las plegarias básicas de memoria
• Alabando, bendiciendo, agradeciendo, suplicando o intercediendo con palabras propias
o en silencio o cantando, en particular o en grupos (Ef. 5, 19)
• Participando en la oración litúrgica de la Iglesia
• Haciendo de la vida una oración continua (Col. 4, 2).

3. Cuidar la salud espiritual: previniendo o superando todo vicio y todo pecado
• Evitando caer en la tentación (Mt. 6, 13)
• Arrepintiéndonos del pecado cometido (Mc 1, 15; Hech. 3, 19)
• Recurriendo al sacramento de la Reconciliación, o a los sacramentales instituidos por
la Iglesia si la culpa no fue mortal
• Corrigiendo nuestros defectos y costumbres reñidos con el evangelio.

4. Relacionarse con los demás que son, como nosotros, hijos de Dios, hermanos de Jesús y
Templos del Espíritu Santo:
• Conociendo a los hermanos en la fe
• Insertándose en la comunidad cristiana, en sus asambleas y actividades (Hech. 2, 42)
• Orando por los demás y apoyándose en su oración (Ef. 6, 18)
• Compartiendo con el prójimo lo que somos, lo que sabemos y lo que tenemos (Hech. 2,
45)

5. Estudiar nuestra fe, siguiendo el consejo de san Pedro: "Creced en la gracia y en el
conocimiento de nuestro Señor Jesucristo" (2 Pe. 3, 18)
• Superando el analfabetismo espiritual
• Conociendo la Palabra de Dios de manera seria
• Leyendo la doctrina de la Iglesia: el Magisterio de los Papas, Obispos y Concilios, los
autores espirituales y los teólogos
• Haciendo actos de fe, y pidiéndole a Jesús nos la aumente (Luc. 17, 5)
• Dando razón de nuestra esperanza a quien nos lo pida (1 Pe. 3, 15)

6. Crecer en el amor
• Cumpliendo el primer mandamiento, que es amar a Dios con toda la mente, con toda la
voluntad y con todo el corazón (Mt. 22, 37)
• Amando a nuestro prójimo como a nosotros mismos, siguiendo el ejemplo de Cristo,
que nos amó hasta el extremo (Mt. 19, 19; Jn. 13, 1)
• No reduciéndonos a expresar ese amor con palabras, sino con obras, pues éstas son
amores y no las meras razones (1 Jn. 3, 18)

7. Ejercitarse
• Imitando a los atletas que se esfuerzan por llegar hasta la meta y conseguir la corona
(1 Cor. 9, 24; 2 Tim. 2, 5)
• Colaborando con Dios en la construcción de su Reino (1 Cor. 3, 9)
• Yendo por todo el mundo, haciendo discípulos y enseñándoles lo que mandó Jesús
(Mt. 28, 19)


PARA PROFUNDIZAR
Organiza un grupo de reflexión e intercambia opiniones ayudado por estas preguntas:
• ¿Qué ha significado para ti el grupo de oración?
• ¿Participas con frecuencia en la eucaristía?
• ¿Lees a diario la Palabra de Dios?
• ¿Frecuentas el sacramento de la Reconciliación?
• ¿Recomiendas alguna lectura que te ha servido en tu progreso espiritual?
• ¿Qué servicio apostólico has desempeñado?

APLICACIONES PRÁCTICAS
Para crecer en la gracia y el conocimiento del Señor, procura:
• Orar diariamente
• Acercarte a los sacramentos de la Reconciliación y la Eucaristía
• Leer la Biblia y los principales documentos de la Iglesia
• Visitar un hospital o una cárcel
• Dar una limosna a los pobres
• Participar en un grupo apostólico.